sábado, 2 de octubre de 2010

Un poco de Cine en corto...
La Suerte de la Fea, a la Bonita... le Vale Madres!

Brain Soup!

Hace apenas un par de días, yo escuchaba a una chica que alegaba uno de los clásicos puntos en discordia cuando se trata de guerra de sexos, el interés que tenemos los hombres cuando se trata de sexo... y es que hay que reconocer que nos han dado en el talón de Aquiles a la mayoría de nosotros que no podemos ocultar nuestro instinto y, porqué no, un poco del morbo cultural que padecemos.

Sin embargo, si se trata de estigmas y pleitos con tintes genéricos, no podemos hacernos de la vista gorda ante la larga, larguísima lista de defectos que se le acuñan a las mujeres, en especial el pecaminoso atributo de la vanidad.

Pero, cómo un aparente defecto (que ya no se puede decir es exclusivo de las mujeres), puede causar estragos cuando la sociedad, los medios de comunicación, la influencia cultural, los estereotipos de belleza y en muchos casos, la baja autoestima, nublan a miles de personas en el mundo y los llevan a padecer desde problemas de seguridad hasta trastornos severos de conducta alimenticia.

Si menciono lo anterior, no es por querer hacer un enorme artículo de concientización acerca de problemas actuales como la bulimia y la anorexia, más bien, dejaré que los expertos hablen sobre estas enfermedades y me limitaré a hablar sobre lo que sé. Aquí les dejo una divertida muestra de la vanidad en todo su esplendor, dejando de lado el melodrama al que estamos acostumbrados y poniendo un tinte cómico en este, que me parece, un excepcional cortometraje.

A continuación, "La suerte de la Fea, a la Bonita, no le importa", historia ganadora en 2001 del Primer Concurso Nacional de Proyectos de Cortometrajes y producida por el Instituto Nacional de Cine ... que lo disfruten, yo, amenazo con volver...

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martes, 28 de septiembre de 2010

El Medio Justifica los Fines
(Jorge Majfud)

Brain Soup!
Han pasado ya muchos días desde la última vez que pude teclear unas cuántas palabras coherentes. A decir verdad, no he sido el modelo de pensamiento lógico últimamente, por tal motiv0, en lo que la musa de mi inspiración decide regresar a casa les compartiré un artículo de Jorge Majfud, profesor de la Jacksonville University, en Estados Unidos, dónde se le hace un interesánte análisis al manejo de la información.

A continuación el texto, me despido no sin antes amenazar con volver y esperando que sea del agrado de todos, en especial de mis colegas de carrera.


Días atrás, cenando en casa de un profesor amigo, un ingeniero de la Universidad de Texas amablemente me reprochaba el hecho de haber cambiado la arquitectura por la literatura. El reproche no iba porque la historia hubiese perdido algo (nunca fui bueno ni en una cosa ni en la otra) sino porque el cambio parecía una crítica, si no una traición simbólica, de una especialidad hacia la otra.

No voy a argumentar como Leonardo de Vinci que alguna vez consideró la pintura como un arte superior a la escultura, tal vez por razones personales, por cierta rivalidad con Miguel Ángel más que por convicciones intelectuales. Ninguna disciplina es superior a otra sino por lo que aporta a los demás, y tanto las ciencias como las humanidades tienen tanto para dar, empezando por no considerarse el ombligo de la existencia humana.

Mi respuesta entonces fue apenas un recuerdo de algo que había escrito en alguna parte: “me cambié de disciplina cuando comprendí que la realidad estaba hecha más de palabras que de ladrillos”.

No era una buena razón personal, pero era una razón verificable, al fin y al cabo.

Esta tarde me di una vuelta por la biblioteca principal de la universidad. Me habían llegado unos libros y unos documentos que había pedido, las cinco mil páginas de la Investigación sobre Desaparecidos en Uruguay, entre otros.

Aproveché para perderme entre los anaqueles. El silencio y el olor de las bibliotecas estimulan la curiosidad y la imaginación. Deambulé por la historia de la Rusia del siglo XIII, por la Francia de los cromañones, por la primitiva Teoría de la relatividad de Potincaré, por una carta de Einstein al presidente de Estados Unidos, por la Segunda Guerra mundial.

Entonces, inevitablemente, derivé a Hiroshima y Nagasaki. Recordé una discusión con alguien que defendía las bombas atómicas como necesarias para terminar la Segunda Guerra mundial. Creo que le propuse mudar el museo de Hiroshima a Washington o alguna parte del mundo donde sirviera para aprender algo. He discutido tantas veces de tantas cosas que ni me acuerdo de aquel sujeto de cachetes colorados y bigotes tipo Hulk Hogan. Me pregunto si yo los sigo o ellos me persiguen. No creo que fuese algún colega porque en esto no son muy originales. Todos han rechazado semejante acto de humanismo que puso fin a la guerra, evitando así la muerte de miles de inocentes si se hubiesen usado otros métodos más tradicionales.

Bajé a la sala de archivos y leí las revistas de entonces. 1943, 1944, 1945. Febrero, marzo, abril. Las noticias de la guerra aparecían fragmentadas entre los inevitables anuncios de felicidad, casi todos basados en la proliferación tecnológica. Autopistas aéreas, automóviles con aire acondicionado. “Asado in the Argentine”, por entonces reconocida en la publicidad como un “gigante industrial”.

Para bien y para mal los norteamericanos dieron forma a nuestro mundo posmoderno. Aun hoy sus obsesiones y fantasías renacen en los lugares más impensados del planeta bajo otras banderas. No obstante cada Atenas, cada Roma tiene sus desastres propios, sus catástrofes difíciles de repetir.

Difíciles, aunque no imposibles.

El numero de Time del 13 de agosto apenas cita a Truman, según el cual “lo que se ha hecho [el 6 y el 9 de agosto] es el más grande logro de la ciencia en toda su historia” (p. 17).

En su portada del 20 de agosto la revista recibía al lector con un gran disco rojo con fondo blanco y una X que tachaba el disco. No era la primera bomba atómica de la historia arrojada sobre una población de seres humanos sino el sol o la bandera de Japón.

En la página 29, un articulo bajo el título de “Awful Responsability” (“Una responsabilidad terrible”) el presidente Truman trazaba las líneas de lo que iba a ser más tarde el pasado. Como un buen hombre de fe siempre que es colocado por Dios en el poder, Truman reconoció: “Le damos gracias a Dios porque esto haya llegado a nosotros antes que a nuestros enemigos. Y rezamos para que Él nos pueda guiar para usar esto según Su forma y Sus propósitos”. En la inversión semántica de sujeto-objeto, por “esto” se refiere a la bomba atómica que “nos ha llegado”; por “nuestros enemigos”, obviamente, se refiere Hitler e Hirohito; por “nosotros”, a nosotros, los protegidos de Dios.

No cabe duda que Hitler e Hirohito eran criminales. Criminales, asesinos desde un punto de vista humanista, secular. Desde un punto de vista religioso eran dos demonios. Uno de ellos cristiano, a su manera. A Truman, a quien se le puede reconocer parte de la liberación de Europa, deteniendo o mitigando así el holocausto judío, no se le acusa al mismo tiempo de criminal. Como en una telenovela, uno es bueno o es malo, pero no las dos cosas a la vez. Porque según la mentalidad religiosa judeocristianomusulmana los estados intermedios, la vida humana y el purgatorio, son temporales, casi inexistentes. No caben tonos grises; uno es ángel o demonio, está en el cielo o en el infierno. Por lo tanto, es natural que se pensara que Dios estaba de parte de uno de los bandos y que haya sido partidario de arrojar un par de bombas atómicas (“según Su forma y Sus propósitos”) sobre ciudades llenas de hombres, mujeres y niños que solo haciendo un gran esfuerzo de imaginación, y con ayuda de la Santa Inquisición, podríamos atribuir alguna responsabilidad mortal.

En la revista, ninguna mención al número de víctimas. Mucho menos a las víctimas. Apenas algunos porcentajes, que nunca dan una idea de la escala real del objeto medido en términos relativos. Porque uno no puede ser un instrumento de Dios o del bien habiendo suprimido a tantos inocentes. Al menos que se compare Hiroshima y Nagasaki con Sodoma y Gomorra. En la Edad Media se exageraba el número de muertos en nombre de Dios. Ahora los números se han disparado a las nubes pero nadie habla de los muertos que convierten a un soldado en héroe y al comandante en líder espiritual.

En el numero siguiente de Time, en un rincón de la pagina 92, unas líneas dan cuenta que junto con la desaparición del 30 % de Nagasaki, desapareció también la comunidad jesuita, la comunidad cristiana más antigua de Japón. Pero todo sea por una buena causa.

El principio atribuido a Maquiavelo de “los fines justifican los medios”, tan común en las revoluciones y contrarrevoluciones políticas de la Era Moderna, encontró su aliado posmoderno en su exacto inverso: los medios justifican los fines. Gracias a los medios, las palabras de un hombre poderoso pueden pasarle por encima a cualquier realidad. Ahora, si uno es un pobre diablo, la realidad le pasará por encima.

Si la realidad no se adapta a las palabras, peor para la realidad. No importa que esa realidad sea una bomba atómica y miles de muertos. Lo que importa es qué diremos y qué escucharemos de ellos. Al fin y al cabo, la realidad diaria no es más que lo que percibimos y entendemos (o queremos entender) como real.

Pero tengo la fuerte sospecha que existe una realidad real, la verdad, que es siempre la primera y la ultima victima de todo poder descontrolado
.

martes, 10 de agosto de 2010

SOY CAIMÁN

De la selva
Salieron a trote tus canciones
Y un llamado desesperado.

Lloro por ti,
Que no se enteren mis paredes
Que te necesito...

En otros brazos anidaron tus fuerzas
Y yo sigo tarareando
Los acordes que decidimos olvidar.

Dejé de besarte ilusiones,
Haciéndote tornasol
Que va del odio al lamento
Con formas emplumadas.

Aquí vuelo solo,
En esta historia, el jaguar de tu estrella
Huyó a la espesura del monte,
Y canto entre risas y mentiras,
Que no me faltas,
Que soy caimán.

domingo, 8 de agosto de 2010

Mientras los políticos hablan
No es lo mismo conocer que resolver

Brain Soup!

Hace algunas semanas tuve la oportunidad de registrar fotográficamente la pasada Conferencia Internacional sobre el Cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio a Nivel Local, en el Centro de Convenciones y Polyforum Mesoamericano en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Al evento asistieron representantes de numerosos países que al igual que México, están en la lucha por mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, sin embargo, de entre la multitud que se dio cita para oir a los conferensistas tratar de recrear la pobreza y la miseria, unos espectadores inusuales eran fiel testimonio.

No llevaban trajes sastres como el resto, pero su traje era de gala, portaban en ellos mismos la razón de aquel evento, que a pesar de los esfuerzos, me dejó en claro que conocer no es lo mismo que solucionar. Por eso, Mientras los Políticos Hablan... la respuesta suele estar entre los que escuchan.






"Mientras los Políticos Hablan"
Raúl Calleja/Julio 2010





jueves, 5 de agosto de 2010

De amor y otras perversiones
cerebro vs corazón...


Brain Soup!


"No es que muera de amor, muero de ti. Muero de ti, amor, de amor de ti..." así lo decía Sabines, que entre poema y poema se adentraba cada vez más en las pasiones y placeres que circundan al amor, pero qué es eso que todos llaman y pocos definen, eso de lo que los artistas pintan y los escritores hablan, el dichoso y desgraciado "amor".

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española lo define como el conjunto de sentimientos que ligan a una persona a otra, a ideas o a cosas. Sin embargo, esta definición se queda bastante corta, dejando de lado sus múltiples usos, aplicaciones y pesares.

Podemos hablar de diferentes tipos de amor, algunos hablan del amor como primicia religiosa, por otro lado está el amor filial que le profesamos a nuestra familia cercana, el amor fraternal que junto con la amistad se le da a aquellas personas cercanas ajenas a nuestra familia, y el amor como apego y respeto a ideologías pero, a pesar de todas estas clases de amor, solemos definirlo como el amor romántico, esa preciosa perversión que surge entre dos humanos.

Desde un punto de vista biológico, es sabido que el amor romántico, es sólo una serie de procesos químicos que se dan en nuestro cerebro. Aún se desconoce el motivo, no obstante, se ha demostrado que durante el enamoramiento se estimula a la hipófisis para que produzca una gran cantidad de sustancias conocidas como endorfinas.

Éstas sustancias son las responsables de que al enamorarnos tengamos esa sensación de bienestar, vitalidad, alegría y cierto grado de embelesamiento. Incluso, son consideradas un tipo de droga ya que a la larga, créanlo o no, se tornan adictivas.



Amor, paso a pasito

Para llegar a este punto, todas las personas pasamos por cuatro etapas:

La primera se da cuando reconocemos ciertas características o actitudes en "esa persona", que nos parecen "atractivas", cuando por algún motivo, sea el que sea, esa persona capta nuestra atención y parece entrar en la lista de las personas con las que "sí andaríamos", traducción, cuando te das cuenta que es tu tipo.

Incluso el mismo día puede comenzar la segunda etapa, y es justo aquí cuando hacen su aparición las endorfinas. El primer síntoma es la ensoñación, comienzas a imaginar miles de fantasías al lado de esa persona a la que vez como todo un héroe o una supermodelo debido al bienestar endorfínico.


Cuando nosotros llegamos a este punto, tenemos como resultado una relación explosiva y sobre todo adictiva, ya que nos enganchamos a la sensación de bienestar, lo cual puede traernos ciertos problemas.


En las otras dos etapas es cuando, después de cierta interacción, de actividades juntos y convivir con esa persona, adquirimos primero el vínculo emocional y luego el vínculo sexual, en algunos casos puede ser al revés, pero eso dependerá de si prefieres primero el café o después. En estas etapas es cuando se libera la feniletilamina, un tipo de endorfina que está ligada a altos grados de placer y que curiosamente, también se libera cuando comemos chocolate.



Platón, pero no el de la ensalada


Todo suena tan bonito "te quiero, me quieres, nos queremos", pero qué pasa cuando (mira bien que todos lo sabemos, TODOS) no somos correspondidos. En algún momento de nuestra vida, al menos una vez, nos han bateado, no importa cuan lindo o linda se haya portado, al final, nos cortan toda esperanza romántica.

No sé si sea por estas experiencias o el temor a ser lastimados es mucho, pero algo común de los seres humanos es fantasear solos, y en respecto al amor no hay excepción. Solemos refugiarnos en eso que comúnmente llamamos Amor Platónico.

El dichoso Amor Platónico, no es más que la forma en que le decimos a un amor de fantasías, un tipo de enamoramiento donde no sólo no somos correspondidos, sino que en la mayoría de los casos, el objeto de nuestro amor ni siquiera sabe que vivimos y morimos por él o ella. Vaya que este "tipo de amor" es uno de los más bonitos, ya que suele limitarse a una idea romántica, una idealización y sobre todo una gran cantidad de ternura e inocencia.

Sin embargo, el origen de esta idea tiene un fundamento muy diferente. El Amor Platónico, es llamado así, debido a que fue "ideado" por el filósofo griego Platón, que varios siglos Antes de Cristo, se dedicó a tratar de desenredar al ser humano en todo su esplendor, y el amor no se salvó de ser razonado.

Para este filósofo, sólo un hombre podría entender lo que un hombre quería, necesitaba y pensaba, es por eso que para él, el amor, debería de ser profesado hacia una persona del mismo sexo, una especie de homosexualidad sin contacto sexual.

Suena descabellada, no obstante, debido a que Platón consideraba que el único amor que se puede sentir es hacia las ideas, la única forma de sentir empatía era por alguien que fuera similar a ti, alguien que pudiera entenderte y compartir tus ideas.

Platón sostenía que el verdadero amor es el amor a la sabiduría, al conocimiento, por lo tanto, el amor platónico no es el amor al ideal de una persona sino el amor a conocerla y por saber de ella.

Por si fuera poco, Platón tenía en muy mal concepto a las mujeres, como seres despreciables que tenían gran cantidad de defectos, por lo tanto, era impensable que un hombre pudiera sentirse pleno con un ser tan imperfecto, por lo que, según él, debía de reservarse el sexo sólo para procrear.

Con el paso de los años, la idea del Amor Platónico fue evolucionando, o involucionando, como lo quieran ver, hasta dejar de lado su raíz filosófica y convertirse en la burda definición de un amor imaginario, ficticio o no correspondido.

Otras perversiones

Ya que andamos en estas, es sabido que el amor no sólo ha sido objeto de ilusión, también ha sido un producto digno de ser comerciado, vendido, alquilado, prestado o regalado en el peor de los casos. No es que esté refiriéndome al "oficio más antiguo del mundo", pero en algunas culturas poco ha faltado.

Si seguimos en el pensamiento griego, para que un joven se instruyera correctamente debía tener una especie de tutor, un hombre mayor que ya fuera todo un ciudadano respetable y con cierto status en la sociedad, con el cual, no sólo aprendería ciencias y técnicas de guerra, sino también algunas formas de amar que hasta entonces desconocía.

Era bien aceptado en la antigua Grecia el que un hombre mayor se deslumbrara con la belleza de un hombre joven, por lo que este tipo de enamoramiento no sólo era "común", sino era parte importante de la formación de sus congéneres.

Esta práctica que mezcla pedofilia y homoerotismo variaba de región a región, sin embargo, el común denominador era la atracción del hombre mayor, quien pretendía y buscaba no sólo la aprobación del muchacho, sino la aceptación de parte de su padre.

En algunas partes de Grecia no era permitido tener contacto sexual entre estos dos amantes, sin embargo, en las que sí lo era permitido los roles a jugar eran muy estrictos. El hombre mayor debía fungir como la parte activa de la relación, ya que así, penetraba toda la experiencia en el joven, además de que el que los papeles se invirtieran podía resultar una muestra de debilidad por parte del mayor, una insubordinación por parte del menor y una burla total para la gente.

Sin embargo, estas relaciones, a pesar de ser permisibles, no debían durar más allá de la mayoría de edad del muchacho, ya que en ese momento se tornaban iguales y por lo tanto era él ahora quien debía buscar a un niño para "educarlo" en las costumbre a la usanza griega.

Algo curioso es que, si bien ya he mencionado que el adulto podía sentirse atraído por la belleza juvenil, los antiguos griegos consideraban que era indeseable que un muchacho sintiera atracción por un hombre "viejo", por lo que en teoría no debían de disfrutar de la intimidad que se diera con él, aunque, a quién le dan pan que llore, ¿No crees?


Amor más allá de la química

A lo largo de la historia, cada ser humano ha sido una prueba viviente de los diferentes tipos de "amor", que por más que lo clasifiquemos, los cataloguemos o nos enredemos tratando de definirlo, jamás lograremos darle una respuesta satisfactoria cuando nos preguntemos qué es.

Mas debemos de tener en cuenta, que aquellos que se dedican a estudiar al ser humano, recomiendan que nos unamos a una persona por razones más fuertes que el enamoramiento, ya que este estado literal de celo tiene fecha de caducidad y tarde o temprano, la química de nuestro cerebro se estabilizará y veremos a esa persona tal como es.

Lo que he comprobado con el tiempo, es que el enamoramiento es quizá la etapa más agradable de estar con una persona, pero el amor, el que es de verdad, es cuando una persona te conoce en las buenas, las malas y las peores, cuando te conoce con todos y cada uno de tus defectos y aún así, quiere estar contigo.

La experiencia me ha dicho que el amor no duele, pero qué ricos madrazos te puedes dar en su búsqueda, dicen por ahí que es un sentimiento universal, lo que sé de cierto es que existe, en pequeñas cantidades, en donde menos lo esperamos y en las formas más diversas posibles, mientras tanto, como diría Cole Porter: Let´s do it, let´s fall in love.


martes, 6 de julio de 2010

Cuando tengas ganas de morirte


Cuando tengas ganas de morirte
esconde la cabeza bajo la almohada
y cuenta cuatro mil borregos.
Quédate dos días sin comer
y verás que hermosa es la vida:
carne, frijoles, pan.
Quédate sin mujeres: verás.

Cuando tengas ganas de morirte
no alborotes tanto:
muérete y ya

Jaime Sabines

viernes, 2 de julio de 2010

Rulfo sin Páramo
La otra cara de Juan Rulfo

Brain Soup!


Cuando la fama y el éxito llegan, muchas veces es necesario dejar de lado cosas de la vida cotidiana, todos sabemos que ese no es mi caso (por ahora), pero sí lo fue para Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, tanto así que tuvo que limitarse a ser conocido como Juan Rulfo a secas.

Seguro que ya sabías de la existencia de este jaliciencie, pues su nombre es todo un hito de la literatura mexicana gracias a sus novelas, en particular por Pedro Páramo y el Llano en Llamas, pero lo que muy probablemente no sabías es que este señor también le hacía a la fotografía.

A pesar de haber sido fotógrafo antes de ser escritor, la fama que obuvo por sus novelas terminó por hacer que declinara su carrera como fotógrafo y se dedicara enteramente a las letras, que cada día le demandaban más tiempo.

Pero esta breve trayectoria fotográfica (1945-1955) rindió sus frutos, haciendo un surco entre las artes mexicanas. Su trabajo parece un análisis previo para toda su obra literaria, una especie de investigación para encontrar las raíces y orígenes de la esencia del pueblo mexicano.

Sus son recurrentes: paisajes, ruinas y el pueblo indígena. No hay muestras de la vida citadina en sus fotografías, simplemente no le interesaba, él prefería dar voz a ese pueblo olvidado.

Su trabajo llega a ser un recuento de un México ignorado, es un intento de explicar el presente a través de un punto de vista pasado. Muestra los vestigios de lo que fuimos, por un lado, los restos indígenas y por otro, el recuerdo de lo español.

Hay quienes lo consideran altamente influenciado por los fotógrafos de la época, otros se limitan a ver su obra fotográfica como las ilustraciones perfectas para su trabajo literario, lo cierto es, que aunque poco conocido, su labor fotográfica cuenta con una identidad propia, un amplio sentido de orgullo mexicano que busca enaltecer sus raíces y costumbres.

Juan Rulfo, un nombre escrito en oro, un novelista de renombre y un fotógrafo desapercibido, al final, la opinión la tienes tú...



miércoles, 30 de junio de 2010

De-Lovely
let´s do it, let´s fall in love...

Brain Soup!

"Creo que te gustan los hombres más que a mí" fue lo que le dijo Linda a Cole y poco tiempo después se casaron. Melancólica, encantadora, sublime, definitivamente un canto al amor. Así es De-Lovely, una de las películas musicales más conmovedoras de los últimos años.
Este film dirigido por Irwin Winkler y protagonizado por Kevin Kline, nos narra la historia de uno de los personajes más destacados del teatro musical del siglo XX, Cole Porter, quien fue autor de más de mil canciones.

Conocido por su gran talento y por sus singulares romances, Porter es en sí mismo un personaje del espectáculo estadounidense, donde no sólo marcó tendencias, sino dio un sello distintivo a las producciones musicales durante más de cuarenta años, entre las que destacan: París, The New Yorkers, Gay Divorce o Anithing Goes.

De-Lovely
Este "retrato" de la vida de Porter es narrado, o más bien cantado, por sus propias canciones, que son interpretadas por grandes figuras de la música en ingles, entre los que podemos destacar a Robbie Williams, Alanis Morissette, Natalie Cole y Sheryl Crow, por mencionar a algunos.
Conjugando realidad con fantasía al más puro estilo de Brodway, cada escena es un deleite a la vista, cuidando cada uno de los detalles y actuaciones sublimes que, sin darte cuenta, irán enrollándote en los sentimientos de cada uno de los personajes hasta hacerte parte de ellos.

El ganador del Óscar, Kevin Kline, interpreta a un Cole Porter magnífico, ensoñado, enamorado, pero al mismo tiempo con matices de melancolía y desolación.

La película nos muestra desde el momento en que Porter conoce a Linda Lee Thomas, una mujer divorciada ocho años mayor que él, con tanta gracia como dinero; hasta el desenlace final para sus insólitas vidas y amor.

Linda, interpretada por Ashley Judd, se convierte en la compañera, musa y fuerza de Cole, con quien contrae nupcias a pesar de que éste es abiertamente homosexual, aceptándolo, apoyándolo y en ocasiones hasta consintiendo sus aventurillas.

En la vida real, Porter tuvo varios amantes a lo largo de su matrimonio con Linda, por ejemplo el bailarín de ballet ruso Boris Kochno o el coreógrafo Nelson Barclift, quien le inspiró la canción Night and Day, que en la película es cantada por John Barrowman.

A ciencia cierta no se sabe cuántas canciones fueron inspiradas por Linda Porter y cuántas por los diferentes amantes que tuvo Cole, pero las constantes son siempre las mismas, amor, desesperación, pasión, siempre de una forma sencilla y fresca.


¿Musical = Aburrido?

Es por demás sabido que al escuchar la palabra musical, la gran mayoría de las personas pierden el total interés sobre una película, catalogándola de aburrida, sin sentido o forzada, pero ¿cuál, si no como un musical, sería la mejor forma de contar la vida de un compositor?

El trabajo de Cole Porter sólo se puede entender en sus letras y sus canciones únicamente se pueden entender con su vida. Probablemente por falta de conocimiento, muchos de nosotros descartemos películas como De-Lovely, sin embargo, por qué no darse la oportunidad y abrir los horizontes a una nueva gama de posibilidades.

En particular, este musical nos da drama, un constante movimiento y un excelente manejo de tiempos, espacios y color. Desde París hasta Venecia y desde Brodway hasta Hollywood, una historia de amor mas no un cuento de hadas, sino una apasionada vida con errores y sufrimiento. Es como una canción con una tristísima letra y una tintineante melodía.

Para ser honesto, he pasado días enteros tratando de pensar la forma correcta de decir o más bien escribir lo que es tan simple: ¡Es una gran película!

Por eso, si lo que buscas es una buena trama, te sugiero que no le tengas miedo a De-Lovely, pues aunque no conozcas sobre Cole Porter, si alguna vez haz sentido la desesperación o la necesidad al amar entenderás a la perfección de lo que se trata.

domingo, 27 de junio de 2010

Egoísmo

Si no fueras tan egoísta,
vaya que lo eres,
sí que lo eres...
Si no fueras tan egoísta,
dejarías que te colgara estrellas de las manos
dejarías que te robara un beso al mes.
Pero eres egoísta,
vaya que lo eres,
sí que lo eres,
quieres hacerme a tu molde
donde no tengo derechos,
sólo un secuestro voluntario
causado por culpas y sueños prostituidos.

Si no fueras egoísta,
tan egoísta como para amarme,
dejarías que a ratos te dijera que te amo,
dejarías que a ratos te quisiera.
Pero eres egoísta,
vaya que lo eres,
sí que lo eres,
tan egoísta que te creo,
tan egoísta que te lloro como niño
y vuelvo a caer de pie.

Si no fueras tan egoísta,
y vaya que lo eres,
podría ser pájaro por la mañana,
podría ser una historia perfecta.
Pero eres egoísta,
vaya que lo eres,
sí que lo eres,
casi tanto como yo...

jueves, 24 de junio de 2010


Furia, Rabia, Amor y Color
Las Dos Fridas, un retrato íntimo

Brain Soup!

Siempre he pensado que uno sólo puede hablar de aquello que conoce, de aquello que ama o que disfruta, de lo que uno vive para bien o para mal. ¿Pero qué haces cuando las palabras no bastan para desnudar tu realidad?

Ella lo pintaba, lo soñaba y luego lo hacía líneas de color. Frida Kahlo, la dueña y señora del autorretrato, pintora, activista social y sin duda una de las más grandes personalidades del México del siglo XX.

Su obra pictórica es extensa pero siempre con una constante, ella misma, metida hasta el fondo de cada uno de sus cuadros, donde rendía cuentas a pinceladas de sus sentimientos, de sus miedos y experiencias. Para muestras basta un botón.

Las Dos Fridas

Probablemente ya haz oído hablar de la más bigotona de las mexicanas (y también de las más famosas), Frida Kahlo, quien pintó con gran pasión un sin número de cuadros. Sin embargo, el más famoso y representativo de su trabajo es Las Dos Fridas, donde, si sabes ver entre líneas, encontrarás una historia de amor y pesar.

Todo empieza desde la primera pincelada, ella comenzó este cuadro en 1938, año en que se divorcia de Diego Rivera, el muralista mexicano, que a pesar de su fama de mujeriego rompecorazones, fue el amor indiscutible de Frida Kahlo.

En general, este cuadro juega con la dualidad, dos Fridas, dos personalidades diferentes. No es que se trate de bipolaridad, sino de la forma en tenía que afrontar la vida sin Rivera. ¿Haz sufrido por separarte de alguien? ¿Haz llorado inconsolablemente por terminar con apenas un año de relación? Si creíste que él o ella era tu "todo", imagina cómo se sintió Frida cuando perdió no sólo a su fuente de inspiración, sino a su mayor influencia y marido por diez años.

Del lado derecho está la Frida mexicana, así como decimos por acá, galanota, vestida como de costumbre, con un huipil de colores y su faldón, toda una juchona. Ésta representa la seguridad, el amor hacia sus raíces, el orgullo de ser ella misma. Pero al mismo tiempo también se trata de lo que ella había sido al lado de Diego.

Es por eso que su corazón está entero, intacto por estar enamorado. Unido a su corazón hay una arteria que se extiende por su brazo hasta su mano izquierda. En ella sostiene un pequeño retrato en miniatura de Diego Rivera, como si se tratara de un amuleto. Lo curioso es que este retrato existió en la vida real y fue encontrado entre las pertenencias de la pintora después de su muerte.

A la izquierda está la "otra" Frida, la que podríamos decir es la Frida europea, ya que usa uno de esos vestidos pomposos que tan de moda estuvieron del otro lado del charco. Ésta Frida es la "nueva", la que surge de entre la adversidad con ansias de libertad y rebeldía, pero que a la vez, se desangra.

En alguna ocasión, Frida le dijo a Diego: "Mi sangre es un milagro que desde mis venas, cruza el aire de mi corazón al tuyo", y eso es lo que quiere evitar ésta Frida. Con una pinza trata detener la hemorragia, pero sin éxito. Su corazón está partido, desgarrado por el dolor que implicaba perder a su Sapo.

Mientras la europea se mancha de rojo, la mexicana sigue aferrada a su foto. Pero una no puede vivir sin la otra y por eso, sus corazones se unen por una pequeña vena que les da vida a ambas mientras se pueda. Así es como Las Dos Fridas se toman de la mano, para demostrar que aunque sean diferentes forman parte del mismo cuerpo, de la misma mente y del mismo dolor.

Ironías

Hasta el tamaño del cuadro es un símbolo, se trata de la más grande de todas las pinturas de Kahlo, un enorme óleo de 67" x 67". Ella misma decía que para ese dolor era necesario un lienzo
igualmente grande.

Mucha gente se siente incómoda con el trabajo de Frida, incluso hay quienes lo consideran como un retorcido diario personal. Pero es aquí justo cuando llego al punto de partida, ¿De qué hablamos sino de lo que conocemos a la perfección?

Lo verdaderamente irónico es que la separación con Rivera duró apenas un año, después de ese tiempo, Frida y Diego decidieron unir de nuevo sus caminos, estar cerca y cuidarse mutuamente, no se volvieron a casar, pero el elefante y la paloma permanecieron juntos, mientras Las Dos Fridas los observaban como silentes testigos de su peculiar amor.

martes, 22 de junio de 2010

Sopa de Concha: Rosario Castellanos



Brain Soup!


"Ser río sin peces, eso he sido"... y una tarde de agosto, el río terminó de secarse. Enigmática, arraigadamente tradicional, introvertida, solitaria, melancólica... esa era la Chayito Castellanos, una de las más importantes escritoras, dramaturgas y poetizas chiapanecas.

Lo curioso es que ella se hizo chiapaneca por mero gusto, por una "exposición continua" a la vida pueblerina y a las costumbres más rancias de nuestro estado. Nacida en la ciudad de México, pero "hecha" en Comitán de Domínguez, Rosario Castellanos retrató las diferentes facetas de la vida del indígena, la mujer y del Chiapas de antaño.

Bajo el signo de tauro y el sello del Ateneo de Chiapas, sus ambiciones intelectuales rebasaron los márgenes a los que una mujer "debía" llegar. De título fue maestra en filosofía; de puño, una prominente escritora y de acción, una activista por la igualdad racial, los derechos indígenas y promotora del empoderamiento femenino.

Obtuvo diferentes premios literarios, el primero, y más representativo, fue el Premio Chiapas 1958, gracias a su novela Balún Canán (nueve estrellas), que, como ella solía explicar, es un drama a partir de la vida, las costumbres y los puntos de vista, tanto de "blancos" como de "indios", sobre una multitud de hechos cotidianos.

"Matamos a lo que amamos, lo demás nunca ha estado vivo..." Y con el estandarte de mujer, logró dar vida a una prolífera obra literaria donde vertió fuertes críticas hacia la política y el sexismo, un buen ejemplo es "Lección de cocina: Cocinar, callarse y obedecer al marido..."

Aún hoy, algunas personas siguen considerando que estas críticas hacia el régimen machista no son más que una muestra de resignación, una actitud conformista y de apoyo a dichas prácticas, no obstante, cabe aclarar que su estilo marcó la pauta para ser, de una forma sutil, un espejo incorruptible.

Una lámpara, una muerte

Como resultado de su ardua lucha por la equidad, la escritora fue nombrada embajadora de México en Israel en 1971 y fue ahí, muy lejos de la tranquilidad de su casa, donde murió electrocutada mientras encendía una lámpara que hizo corto circuito.

Con el paso de los años, la "cultura" en Chiapas, esa que se promueve mediante instituciones gubernamentales, la fue dejando de lado. Se le puso su nombre a un premio, "Premio Nacional de Novela Breve, Rosario Castellanos", pero en casa nos olvidábamos de leerla. Le pusieron su nombre al "Centro Cultural" comiteco, pero aún hoy somos pocos los que recordamos su poesía.

Repletos de costumbres, con la cara morena, con las manos ásperas, así son los textos de Rosario, que en igual tantos nos habla del aseo de la casa, del desamor o de la sopa de arroz.

Un buen ejemplo es "Autorretrato", donde desdobla los diferentes matices de su compleja personalidad. A mi juicio, poemas como "Destino" o "El Despojo", más que simples poemas, son vivencias, son dolor, son Rosario, son líneas para la posteridad...

"Autorretrato"

Fragmento

..."Sufro más bien por hábito, por herencia,
por no diferenciarme más de mis congéneres
que por causas concretas.

Sería feliz si yo supiera cómo.
Es decir, si me hubieran enseñado los gestos,
los parlamentos, las decoraciones.

En cambio me enseñaron a llorar. Pero el llanto
es en mí un mecanismo descompuesto
y no lloro en la cámara mortuoria
ni en la ocasión sublime, ni ante la catástrofe.

Lloro cuando se quema el arroz
o cuando pierdo el último recibo
del impuesto predial."...

domingo, 20 de junio de 2010

Drácula, el mero... abuelo de los vampiros
Antes de Lestad, de Edward y hasta del Conde Pátula, está Drácula, uno de los clásicos de la literatura fantástica.

Brain Soup

"Un vampiro está hecho para matar", al menos eso dice Edward, que con su cara bonita y pielecita de diamantes resulta ser el mayor exponente de la metrosexualidad vampírica.

Pero, qué dirían todas las seguidoras de Crepúsculo, si por la noche, justo antes de dormir, entre las penumbras de la noche apareciera un vampiro dispuesto a clavarles el diente. Seguramente se irían de... cuello, pero cuál sería su sorpresa si en lugar de nuestro amigo Cullen, apareciera un pálido anciano con ojos de fuego, una lánguida figura con uñas de por lo menos 20 cm de largo y, lo peor de todo, ¡pelos en las palmas de las manos!

Seguro que esa no se la esperaban, pero este añejo vampirito es el abuelo, por no decir padre, de todos nuestros actuales "chupasangre". Se trata, ni más ni menos, del famoso Cónde Drácula, que al lado de Frankenstein, El fantasma de la Ópera y El Dr Jekyll and Mr Hyde, ha despertado el terror en miles de lectores de estos clásicos de la literatura fantástica.

A lo largo de los años, diferentes culturas han creído en la existencia de seres que se alimentan de sangre humana, monstruos que renunciaron a la vida y rechazaron a la muerte, los llamados vampiros. Y es bajo la influencia de estos mitos que innumerables escritores han relatado los horrores y placeres de "matar para vivir".

No obstante, ningún escritor contemporáneo ha podido igualar el furor que causó el irlandés Bram Stoker en 1987, cuando publicó Drácula. Esta novela, que fue considerada por Julio Verne como la mejor la mejor novela de terror que se hubiera escrito hasta entonces, nos ilustra los temores y las supersticiones de los hombres hacia la muerte y lo sobrenatural.

Si viste la película del mismo nombre, que fue estrenada en 1992, tendrás idea de lo que hablo, sin embargo, ésta no es más que una adaptación, que si bien se parece, no alcanza a dibujarnos en su totalidad los detalles que Stoker puso en cada uno de los capítulos escritos a modo de diarios.

Algunos estudiosos de la literatura creen que Stoker pudo haberse inspirado en la vida de Vlad Dracuela, un príncipe rumano que, según la leyenda, bebía la sangre de sus prisioneros de guerra, a los que empalaba a las afueras de su castillo.

Lo cierto es que, a pesar de los años, siglos o milenios que hayan pasado desde la "invención" de estos seres, los humanos nos seguimos excitando con la idea del vampirismo en todas sus modalidades, año con año aparecen nuevas historias, series televisivas, libros o películas que fomentan nuestra imaginación.

Desde Lestad hasta el Cónde Pátula han sido derivados de esta obra, que aunque pueda parecer anticuada para la actual concepción de "lo que es un vampiro", sigue siendo su fundamento básico. Así que antes de perder horas haciendo cola para comprar tu boleto para el estreno de Eclipse, saca ajos y crucifijos y clávale una estaca en el corazón a este libro que, estoy seguro, te recordará cómo eran los vampiros antes de volverse "estrellas pop"