martes, 10 de agosto de 2010

SOY CAIMÁN

De la selva
Salieron a trote tus canciones
Y un llamado desesperado.

Lloro por ti,
Que no se enteren mis paredes
Que te necesito...

En otros brazos anidaron tus fuerzas
Y yo sigo tarareando
Los acordes que decidimos olvidar.

Dejé de besarte ilusiones,
Haciéndote tornasol
Que va del odio al lamento
Con formas emplumadas.

Aquí vuelo solo,
En esta historia, el jaguar de tu estrella
Huyó a la espesura del monte,
Y canto entre risas y mentiras,
Que no me faltas,
Que soy caimán.

domingo, 8 de agosto de 2010

Mientras los políticos hablan
No es lo mismo conocer que resolver

Brain Soup!

Hace algunas semanas tuve la oportunidad de registrar fotográficamente la pasada Conferencia Internacional sobre el Cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio a Nivel Local, en el Centro de Convenciones y Polyforum Mesoamericano en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Al evento asistieron representantes de numerosos países que al igual que México, están en la lucha por mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, sin embargo, de entre la multitud que se dio cita para oir a los conferensistas tratar de recrear la pobreza y la miseria, unos espectadores inusuales eran fiel testimonio.

No llevaban trajes sastres como el resto, pero su traje era de gala, portaban en ellos mismos la razón de aquel evento, que a pesar de los esfuerzos, me dejó en claro que conocer no es lo mismo que solucionar. Por eso, Mientras los Políticos Hablan... la respuesta suele estar entre los que escuchan.






"Mientras los Políticos Hablan"
Raúl Calleja/Julio 2010





jueves, 5 de agosto de 2010

De amor y otras perversiones
cerebro vs corazón...


Brain Soup!


"No es que muera de amor, muero de ti. Muero de ti, amor, de amor de ti..." así lo decía Sabines, que entre poema y poema se adentraba cada vez más en las pasiones y placeres que circundan al amor, pero qué es eso que todos llaman y pocos definen, eso de lo que los artistas pintan y los escritores hablan, el dichoso y desgraciado "amor".

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española lo define como el conjunto de sentimientos que ligan a una persona a otra, a ideas o a cosas. Sin embargo, esta definición se queda bastante corta, dejando de lado sus múltiples usos, aplicaciones y pesares.

Podemos hablar de diferentes tipos de amor, algunos hablan del amor como primicia religiosa, por otro lado está el amor filial que le profesamos a nuestra familia cercana, el amor fraternal que junto con la amistad se le da a aquellas personas cercanas ajenas a nuestra familia, y el amor como apego y respeto a ideologías pero, a pesar de todas estas clases de amor, solemos definirlo como el amor romántico, esa preciosa perversión que surge entre dos humanos.

Desde un punto de vista biológico, es sabido que el amor romántico, es sólo una serie de procesos químicos que se dan en nuestro cerebro. Aún se desconoce el motivo, no obstante, se ha demostrado que durante el enamoramiento se estimula a la hipófisis para que produzca una gran cantidad de sustancias conocidas como endorfinas.

Éstas sustancias son las responsables de que al enamorarnos tengamos esa sensación de bienestar, vitalidad, alegría y cierto grado de embelesamiento. Incluso, son consideradas un tipo de droga ya que a la larga, créanlo o no, se tornan adictivas.



Amor, paso a pasito

Para llegar a este punto, todas las personas pasamos por cuatro etapas:

La primera se da cuando reconocemos ciertas características o actitudes en "esa persona", que nos parecen "atractivas", cuando por algún motivo, sea el que sea, esa persona capta nuestra atención y parece entrar en la lista de las personas con las que "sí andaríamos", traducción, cuando te das cuenta que es tu tipo.

Incluso el mismo día puede comenzar la segunda etapa, y es justo aquí cuando hacen su aparición las endorfinas. El primer síntoma es la ensoñación, comienzas a imaginar miles de fantasías al lado de esa persona a la que vez como todo un héroe o una supermodelo debido al bienestar endorfínico.


Cuando nosotros llegamos a este punto, tenemos como resultado una relación explosiva y sobre todo adictiva, ya que nos enganchamos a la sensación de bienestar, lo cual puede traernos ciertos problemas.


En las otras dos etapas es cuando, después de cierta interacción, de actividades juntos y convivir con esa persona, adquirimos primero el vínculo emocional y luego el vínculo sexual, en algunos casos puede ser al revés, pero eso dependerá de si prefieres primero el café o después. En estas etapas es cuando se libera la feniletilamina, un tipo de endorfina que está ligada a altos grados de placer y que curiosamente, también se libera cuando comemos chocolate.



Platón, pero no el de la ensalada


Todo suena tan bonito "te quiero, me quieres, nos queremos", pero qué pasa cuando (mira bien que todos lo sabemos, TODOS) no somos correspondidos. En algún momento de nuestra vida, al menos una vez, nos han bateado, no importa cuan lindo o linda se haya portado, al final, nos cortan toda esperanza romántica.

No sé si sea por estas experiencias o el temor a ser lastimados es mucho, pero algo común de los seres humanos es fantasear solos, y en respecto al amor no hay excepción. Solemos refugiarnos en eso que comúnmente llamamos Amor Platónico.

El dichoso Amor Platónico, no es más que la forma en que le decimos a un amor de fantasías, un tipo de enamoramiento donde no sólo no somos correspondidos, sino que en la mayoría de los casos, el objeto de nuestro amor ni siquiera sabe que vivimos y morimos por él o ella. Vaya que este "tipo de amor" es uno de los más bonitos, ya que suele limitarse a una idea romántica, una idealización y sobre todo una gran cantidad de ternura e inocencia.

Sin embargo, el origen de esta idea tiene un fundamento muy diferente. El Amor Platónico, es llamado así, debido a que fue "ideado" por el filósofo griego Platón, que varios siglos Antes de Cristo, se dedicó a tratar de desenredar al ser humano en todo su esplendor, y el amor no se salvó de ser razonado.

Para este filósofo, sólo un hombre podría entender lo que un hombre quería, necesitaba y pensaba, es por eso que para él, el amor, debería de ser profesado hacia una persona del mismo sexo, una especie de homosexualidad sin contacto sexual.

Suena descabellada, no obstante, debido a que Platón consideraba que el único amor que se puede sentir es hacia las ideas, la única forma de sentir empatía era por alguien que fuera similar a ti, alguien que pudiera entenderte y compartir tus ideas.

Platón sostenía que el verdadero amor es el amor a la sabiduría, al conocimiento, por lo tanto, el amor platónico no es el amor al ideal de una persona sino el amor a conocerla y por saber de ella.

Por si fuera poco, Platón tenía en muy mal concepto a las mujeres, como seres despreciables que tenían gran cantidad de defectos, por lo tanto, era impensable que un hombre pudiera sentirse pleno con un ser tan imperfecto, por lo que, según él, debía de reservarse el sexo sólo para procrear.

Con el paso de los años, la idea del Amor Platónico fue evolucionando, o involucionando, como lo quieran ver, hasta dejar de lado su raíz filosófica y convertirse en la burda definición de un amor imaginario, ficticio o no correspondido.

Otras perversiones

Ya que andamos en estas, es sabido que el amor no sólo ha sido objeto de ilusión, también ha sido un producto digno de ser comerciado, vendido, alquilado, prestado o regalado en el peor de los casos. No es que esté refiriéndome al "oficio más antiguo del mundo", pero en algunas culturas poco ha faltado.

Si seguimos en el pensamiento griego, para que un joven se instruyera correctamente debía tener una especie de tutor, un hombre mayor que ya fuera todo un ciudadano respetable y con cierto status en la sociedad, con el cual, no sólo aprendería ciencias y técnicas de guerra, sino también algunas formas de amar que hasta entonces desconocía.

Era bien aceptado en la antigua Grecia el que un hombre mayor se deslumbrara con la belleza de un hombre joven, por lo que este tipo de enamoramiento no sólo era "común", sino era parte importante de la formación de sus congéneres.

Esta práctica que mezcla pedofilia y homoerotismo variaba de región a región, sin embargo, el común denominador era la atracción del hombre mayor, quien pretendía y buscaba no sólo la aprobación del muchacho, sino la aceptación de parte de su padre.

En algunas partes de Grecia no era permitido tener contacto sexual entre estos dos amantes, sin embargo, en las que sí lo era permitido los roles a jugar eran muy estrictos. El hombre mayor debía fungir como la parte activa de la relación, ya que así, penetraba toda la experiencia en el joven, además de que el que los papeles se invirtieran podía resultar una muestra de debilidad por parte del mayor, una insubordinación por parte del menor y una burla total para la gente.

Sin embargo, estas relaciones, a pesar de ser permisibles, no debían durar más allá de la mayoría de edad del muchacho, ya que en ese momento se tornaban iguales y por lo tanto era él ahora quien debía buscar a un niño para "educarlo" en las costumbre a la usanza griega.

Algo curioso es que, si bien ya he mencionado que el adulto podía sentirse atraído por la belleza juvenil, los antiguos griegos consideraban que era indeseable que un muchacho sintiera atracción por un hombre "viejo", por lo que en teoría no debían de disfrutar de la intimidad que se diera con él, aunque, a quién le dan pan que llore, ¿No crees?


Amor más allá de la química

A lo largo de la historia, cada ser humano ha sido una prueba viviente de los diferentes tipos de "amor", que por más que lo clasifiquemos, los cataloguemos o nos enredemos tratando de definirlo, jamás lograremos darle una respuesta satisfactoria cuando nos preguntemos qué es.

Mas debemos de tener en cuenta, que aquellos que se dedican a estudiar al ser humano, recomiendan que nos unamos a una persona por razones más fuertes que el enamoramiento, ya que este estado literal de celo tiene fecha de caducidad y tarde o temprano, la química de nuestro cerebro se estabilizará y veremos a esa persona tal como es.

Lo que he comprobado con el tiempo, es que el enamoramiento es quizá la etapa más agradable de estar con una persona, pero el amor, el que es de verdad, es cuando una persona te conoce en las buenas, las malas y las peores, cuando te conoce con todos y cada uno de tus defectos y aún así, quiere estar contigo.

La experiencia me ha dicho que el amor no duele, pero qué ricos madrazos te puedes dar en su búsqueda, dicen por ahí que es un sentimiento universal, lo que sé de cierto es que existe, en pequeñas cantidades, en donde menos lo esperamos y en las formas más diversas posibles, mientras tanto, como diría Cole Porter: Let´s do it, let´s fall in love.