miércoles, 30 de junio de 2010

De-Lovely
let´s do it, let´s fall in love...

Brain Soup!

"Creo que te gustan los hombres más que a mí" fue lo que le dijo Linda a Cole y poco tiempo después se casaron. Melancólica, encantadora, sublime, definitivamente un canto al amor. Así es De-Lovely, una de las películas musicales más conmovedoras de los últimos años.
Este film dirigido por Irwin Winkler y protagonizado por Kevin Kline, nos narra la historia de uno de los personajes más destacados del teatro musical del siglo XX, Cole Porter, quien fue autor de más de mil canciones.

Conocido por su gran talento y por sus singulares romances, Porter es en sí mismo un personaje del espectáculo estadounidense, donde no sólo marcó tendencias, sino dio un sello distintivo a las producciones musicales durante más de cuarenta años, entre las que destacan: París, The New Yorkers, Gay Divorce o Anithing Goes.

De-Lovely
Este "retrato" de la vida de Porter es narrado, o más bien cantado, por sus propias canciones, que son interpretadas por grandes figuras de la música en ingles, entre los que podemos destacar a Robbie Williams, Alanis Morissette, Natalie Cole y Sheryl Crow, por mencionar a algunos.
Conjugando realidad con fantasía al más puro estilo de Brodway, cada escena es un deleite a la vista, cuidando cada uno de los detalles y actuaciones sublimes que, sin darte cuenta, irán enrollándote en los sentimientos de cada uno de los personajes hasta hacerte parte de ellos.

El ganador del Óscar, Kevin Kline, interpreta a un Cole Porter magnífico, ensoñado, enamorado, pero al mismo tiempo con matices de melancolía y desolación.

La película nos muestra desde el momento en que Porter conoce a Linda Lee Thomas, una mujer divorciada ocho años mayor que él, con tanta gracia como dinero; hasta el desenlace final para sus insólitas vidas y amor.

Linda, interpretada por Ashley Judd, se convierte en la compañera, musa y fuerza de Cole, con quien contrae nupcias a pesar de que éste es abiertamente homosexual, aceptándolo, apoyándolo y en ocasiones hasta consintiendo sus aventurillas.

En la vida real, Porter tuvo varios amantes a lo largo de su matrimonio con Linda, por ejemplo el bailarín de ballet ruso Boris Kochno o el coreógrafo Nelson Barclift, quien le inspiró la canción Night and Day, que en la película es cantada por John Barrowman.

A ciencia cierta no se sabe cuántas canciones fueron inspiradas por Linda Porter y cuántas por los diferentes amantes que tuvo Cole, pero las constantes son siempre las mismas, amor, desesperación, pasión, siempre de una forma sencilla y fresca.


¿Musical = Aburrido?

Es por demás sabido que al escuchar la palabra musical, la gran mayoría de las personas pierden el total interés sobre una película, catalogándola de aburrida, sin sentido o forzada, pero ¿cuál, si no como un musical, sería la mejor forma de contar la vida de un compositor?

El trabajo de Cole Porter sólo se puede entender en sus letras y sus canciones únicamente se pueden entender con su vida. Probablemente por falta de conocimiento, muchos de nosotros descartemos películas como De-Lovely, sin embargo, por qué no darse la oportunidad y abrir los horizontes a una nueva gama de posibilidades.

En particular, este musical nos da drama, un constante movimiento y un excelente manejo de tiempos, espacios y color. Desde París hasta Venecia y desde Brodway hasta Hollywood, una historia de amor mas no un cuento de hadas, sino una apasionada vida con errores y sufrimiento. Es como una canción con una tristísima letra y una tintineante melodía.

Para ser honesto, he pasado días enteros tratando de pensar la forma correcta de decir o más bien escribir lo que es tan simple: ¡Es una gran película!

Por eso, si lo que buscas es una buena trama, te sugiero que no le tengas miedo a De-Lovely, pues aunque no conozcas sobre Cole Porter, si alguna vez haz sentido la desesperación o la necesidad al amar entenderás a la perfección de lo que se trata.

domingo, 27 de junio de 2010

Egoísmo

Si no fueras tan egoísta,
vaya que lo eres,
sí que lo eres...
Si no fueras tan egoísta,
dejarías que te colgara estrellas de las manos
dejarías que te robara un beso al mes.
Pero eres egoísta,
vaya que lo eres,
sí que lo eres,
quieres hacerme a tu molde
donde no tengo derechos,
sólo un secuestro voluntario
causado por culpas y sueños prostituidos.

Si no fueras egoísta,
tan egoísta como para amarme,
dejarías que a ratos te dijera que te amo,
dejarías que a ratos te quisiera.
Pero eres egoísta,
vaya que lo eres,
sí que lo eres,
tan egoísta que te creo,
tan egoísta que te lloro como niño
y vuelvo a caer de pie.

Si no fueras tan egoísta,
y vaya que lo eres,
podría ser pájaro por la mañana,
podría ser una historia perfecta.
Pero eres egoísta,
vaya que lo eres,
sí que lo eres,
casi tanto como yo...

jueves, 24 de junio de 2010


Furia, Rabia, Amor y Color
Las Dos Fridas, un retrato íntimo

Brain Soup!

Siempre he pensado que uno sólo puede hablar de aquello que conoce, de aquello que ama o que disfruta, de lo que uno vive para bien o para mal. ¿Pero qué haces cuando las palabras no bastan para desnudar tu realidad?

Ella lo pintaba, lo soñaba y luego lo hacía líneas de color. Frida Kahlo, la dueña y señora del autorretrato, pintora, activista social y sin duda una de las más grandes personalidades del México del siglo XX.

Su obra pictórica es extensa pero siempre con una constante, ella misma, metida hasta el fondo de cada uno de sus cuadros, donde rendía cuentas a pinceladas de sus sentimientos, de sus miedos y experiencias. Para muestras basta un botón.

Las Dos Fridas

Probablemente ya haz oído hablar de la más bigotona de las mexicanas (y también de las más famosas), Frida Kahlo, quien pintó con gran pasión un sin número de cuadros. Sin embargo, el más famoso y representativo de su trabajo es Las Dos Fridas, donde, si sabes ver entre líneas, encontrarás una historia de amor y pesar.

Todo empieza desde la primera pincelada, ella comenzó este cuadro en 1938, año en que se divorcia de Diego Rivera, el muralista mexicano, que a pesar de su fama de mujeriego rompecorazones, fue el amor indiscutible de Frida Kahlo.

En general, este cuadro juega con la dualidad, dos Fridas, dos personalidades diferentes. No es que se trate de bipolaridad, sino de la forma en tenía que afrontar la vida sin Rivera. ¿Haz sufrido por separarte de alguien? ¿Haz llorado inconsolablemente por terminar con apenas un año de relación? Si creíste que él o ella era tu "todo", imagina cómo se sintió Frida cuando perdió no sólo a su fuente de inspiración, sino a su mayor influencia y marido por diez años.

Del lado derecho está la Frida mexicana, así como decimos por acá, galanota, vestida como de costumbre, con un huipil de colores y su faldón, toda una juchona. Ésta representa la seguridad, el amor hacia sus raíces, el orgullo de ser ella misma. Pero al mismo tiempo también se trata de lo que ella había sido al lado de Diego.

Es por eso que su corazón está entero, intacto por estar enamorado. Unido a su corazón hay una arteria que se extiende por su brazo hasta su mano izquierda. En ella sostiene un pequeño retrato en miniatura de Diego Rivera, como si se tratara de un amuleto. Lo curioso es que este retrato existió en la vida real y fue encontrado entre las pertenencias de la pintora después de su muerte.

A la izquierda está la "otra" Frida, la que podríamos decir es la Frida europea, ya que usa uno de esos vestidos pomposos que tan de moda estuvieron del otro lado del charco. Ésta Frida es la "nueva", la que surge de entre la adversidad con ansias de libertad y rebeldía, pero que a la vez, se desangra.

En alguna ocasión, Frida le dijo a Diego: "Mi sangre es un milagro que desde mis venas, cruza el aire de mi corazón al tuyo", y eso es lo que quiere evitar ésta Frida. Con una pinza trata detener la hemorragia, pero sin éxito. Su corazón está partido, desgarrado por el dolor que implicaba perder a su Sapo.

Mientras la europea se mancha de rojo, la mexicana sigue aferrada a su foto. Pero una no puede vivir sin la otra y por eso, sus corazones se unen por una pequeña vena que les da vida a ambas mientras se pueda. Así es como Las Dos Fridas se toman de la mano, para demostrar que aunque sean diferentes forman parte del mismo cuerpo, de la misma mente y del mismo dolor.

Ironías

Hasta el tamaño del cuadro es un símbolo, se trata de la más grande de todas las pinturas de Kahlo, un enorme óleo de 67" x 67". Ella misma decía que para ese dolor era necesario un lienzo
igualmente grande.

Mucha gente se siente incómoda con el trabajo de Frida, incluso hay quienes lo consideran como un retorcido diario personal. Pero es aquí justo cuando llego al punto de partida, ¿De qué hablamos sino de lo que conocemos a la perfección?

Lo verdaderamente irónico es que la separación con Rivera duró apenas un año, después de ese tiempo, Frida y Diego decidieron unir de nuevo sus caminos, estar cerca y cuidarse mutuamente, no se volvieron a casar, pero el elefante y la paloma permanecieron juntos, mientras Las Dos Fridas los observaban como silentes testigos de su peculiar amor.

martes, 22 de junio de 2010

Sopa de Concha: Rosario Castellanos



Brain Soup!


"Ser río sin peces, eso he sido"... y una tarde de agosto, el río terminó de secarse. Enigmática, arraigadamente tradicional, introvertida, solitaria, melancólica... esa era la Chayito Castellanos, una de las más importantes escritoras, dramaturgas y poetizas chiapanecas.

Lo curioso es que ella se hizo chiapaneca por mero gusto, por una "exposición continua" a la vida pueblerina y a las costumbres más rancias de nuestro estado. Nacida en la ciudad de México, pero "hecha" en Comitán de Domínguez, Rosario Castellanos retrató las diferentes facetas de la vida del indígena, la mujer y del Chiapas de antaño.

Bajo el signo de tauro y el sello del Ateneo de Chiapas, sus ambiciones intelectuales rebasaron los márgenes a los que una mujer "debía" llegar. De título fue maestra en filosofía; de puño, una prominente escritora y de acción, una activista por la igualdad racial, los derechos indígenas y promotora del empoderamiento femenino.

Obtuvo diferentes premios literarios, el primero, y más representativo, fue el Premio Chiapas 1958, gracias a su novela Balún Canán (nueve estrellas), que, como ella solía explicar, es un drama a partir de la vida, las costumbres y los puntos de vista, tanto de "blancos" como de "indios", sobre una multitud de hechos cotidianos.

"Matamos a lo que amamos, lo demás nunca ha estado vivo..." Y con el estandarte de mujer, logró dar vida a una prolífera obra literaria donde vertió fuertes críticas hacia la política y el sexismo, un buen ejemplo es "Lección de cocina: Cocinar, callarse y obedecer al marido..."

Aún hoy, algunas personas siguen considerando que estas críticas hacia el régimen machista no son más que una muestra de resignación, una actitud conformista y de apoyo a dichas prácticas, no obstante, cabe aclarar que su estilo marcó la pauta para ser, de una forma sutil, un espejo incorruptible.

Una lámpara, una muerte

Como resultado de su ardua lucha por la equidad, la escritora fue nombrada embajadora de México en Israel en 1971 y fue ahí, muy lejos de la tranquilidad de su casa, donde murió electrocutada mientras encendía una lámpara que hizo corto circuito.

Con el paso de los años, la "cultura" en Chiapas, esa que se promueve mediante instituciones gubernamentales, la fue dejando de lado. Se le puso su nombre a un premio, "Premio Nacional de Novela Breve, Rosario Castellanos", pero en casa nos olvidábamos de leerla. Le pusieron su nombre al "Centro Cultural" comiteco, pero aún hoy somos pocos los que recordamos su poesía.

Repletos de costumbres, con la cara morena, con las manos ásperas, así son los textos de Rosario, que en igual tantos nos habla del aseo de la casa, del desamor o de la sopa de arroz.

Un buen ejemplo es "Autorretrato", donde desdobla los diferentes matices de su compleja personalidad. A mi juicio, poemas como "Destino" o "El Despojo", más que simples poemas, son vivencias, son dolor, son Rosario, son líneas para la posteridad...

"Autorretrato"

Fragmento

..."Sufro más bien por hábito, por herencia,
por no diferenciarme más de mis congéneres
que por causas concretas.

Sería feliz si yo supiera cómo.
Es decir, si me hubieran enseñado los gestos,
los parlamentos, las decoraciones.

En cambio me enseñaron a llorar. Pero el llanto
es en mí un mecanismo descompuesto
y no lloro en la cámara mortuoria
ni en la ocasión sublime, ni ante la catástrofe.

Lloro cuando se quema el arroz
o cuando pierdo el último recibo
del impuesto predial."...

domingo, 20 de junio de 2010

Drácula, el mero... abuelo de los vampiros
Antes de Lestad, de Edward y hasta del Conde Pátula, está Drácula, uno de los clásicos de la literatura fantástica.

Brain Soup

"Un vampiro está hecho para matar", al menos eso dice Edward, que con su cara bonita y pielecita de diamantes resulta ser el mayor exponente de la metrosexualidad vampírica.

Pero, qué dirían todas las seguidoras de Crepúsculo, si por la noche, justo antes de dormir, entre las penumbras de la noche apareciera un vampiro dispuesto a clavarles el diente. Seguramente se irían de... cuello, pero cuál sería su sorpresa si en lugar de nuestro amigo Cullen, apareciera un pálido anciano con ojos de fuego, una lánguida figura con uñas de por lo menos 20 cm de largo y, lo peor de todo, ¡pelos en las palmas de las manos!

Seguro que esa no se la esperaban, pero este añejo vampirito es el abuelo, por no decir padre, de todos nuestros actuales "chupasangre". Se trata, ni más ni menos, del famoso Cónde Drácula, que al lado de Frankenstein, El fantasma de la Ópera y El Dr Jekyll and Mr Hyde, ha despertado el terror en miles de lectores de estos clásicos de la literatura fantástica.

A lo largo de los años, diferentes culturas han creído en la existencia de seres que se alimentan de sangre humana, monstruos que renunciaron a la vida y rechazaron a la muerte, los llamados vampiros. Y es bajo la influencia de estos mitos que innumerables escritores han relatado los horrores y placeres de "matar para vivir".

No obstante, ningún escritor contemporáneo ha podido igualar el furor que causó el irlandés Bram Stoker en 1987, cuando publicó Drácula. Esta novela, que fue considerada por Julio Verne como la mejor la mejor novela de terror que se hubiera escrito hasta entonces, nos ilustra los temores y las supersticiones de los hombres hacia la muerte y lo sobrenatural.

Si viste la película del mismo nombre, que fue estrenada en 1992, tendrás idea de lo que hablo, sin embargo, ésta no es más que una adaptación, que si bien se parece, no alcanza a dibujarnos en su totalidad los detalles que Stoker puso en cada uno de los capítulos escritos a modo de diarios.

Algunos estudiosos de la literatura creen que Stoker pudo haberse inspirado en la vida de Vlad Dracuela, un príncipe rumano que, según la leyenda, bebía la sangre de sus prisioneros de guerra, a los que empalaba a las afueras de su castillo.

Lo cierto es que, a pesar de los años, siglos o milenios que hayan pasado desde la "invención" de estos seres, los humanos nos seguimos excitando con la idea del vampirismo en todas sus modalidades, año con año aparecen nuevas historias, series televisivas, libros o películas que fomentan nuestra imaginación.

Desde Lestad hasta el Cónde Pátula han sido derivados de esta obra, que aunque pueda parecer anticuada para la actual concepción de "lo que es un vampiro", sigue siendo su fundamento básico. Así que antes de perder horas haciendo cola para comprar tu boleto para el estreno de Eclipse, saca ajos y crucifijos y clávale una estaca en el corazón a este libro que, estoy seguro, te recordará cómo eran los vampiros antes de volverse "estrellas pop"